Elaboradas a partir de la masa que se obtiene del proceso de nixtamalización del maíz, la tortilla de origen ancestral, posee grandes virtudes nutrimentales. Por ello, antes de eliminarla por completo de tu dieta piénsalo dos veces.

Este alimento, que es la variante del maíz más popular y tradicional de la gastronomía mexicana, tiene un contenido calórico que va más allá del mito ‘la tortilla engorda’; el problema radica en la forma en que combinamos y preparamos nuestros platillos.

A continuación, te explicamos algunas razones de por qué no eliminarla de tu dieta y como consumirla.

La mejor manera de comer una tortilla es en su forma natural, evita freírla, porque si no el contenido se eleva y eso sí engorda. Es mejor calentarla en un comal o parrilla.

• La mejor manera de comer una tortilla es en su forma natural, evita freírla, porque si no el contenido se eleva y eso sí engorda. Es mejor calentarla en un comal o parrilla.
• Su consumo va a depender de las necesidades. Una persona bajo un régimen alimenticio deberá consumir 2 tortillas diarias, quien está bajo un plan de mantenimiento y con menos restricción la recomendación son 3 y para personas con intensa actividad física 6 tortillas le aportaran energía, proteína y fibra para la correcta función de su organismo.
• La diferencia que existe entre la tortilla azul o amarilla, solo radica en el grano, este contiene más proteína y almidón.
• Se recomienda no mezclar con otros cereales o granos (arroz y bolillo, entre otras), al contrario, es mejor acompañar su ingesta con verduras o proteínas.
• Contiene maíz, cereal rico en fibra y calcio. Si su consumo es constante y moderado ayudará a reducir el colesterol malo y mejorará la circulación.
• La cantidad de calcio que contienen 2 tortillas, equivalen a una taza de leche o 250 gr de queso.
• La fibra dietética que contiene la tortilla de maíz evita el estreñimiento, causa mayor saciedad y ayuda a prevenir enfermedades cardiacas y cáncer de colon.

POR MARICHUY GARDUÑO/ FOTOS: BERTHA HERRERA